Realizada la evaluación trimestral del trabajo realizado entre enero y marzo, se definió que nos encontramos en una etapa de Reorganización y Fortalecimiento. Una de las características de esta etapa es que en gran medida desconocemos los lineamientos de organización, nuestras estructuras, nuestro estatuto, y no hemos asumido ni el programa, ni la ciencia del Partido y tampoco de su Juventud; en otras palabras, nos encontramos débiles ideológica y políticamente. Debemos tener en cuenta que una sólida preparación teórica nos permitirá salir airosos de la lucha política y de ideas en curso, así como consolidar la hegemonía que hemos ganado en algunos sectores a nivel nacional.
Debido a ello, asumo la responsabilidad de realizar algunas aclaraciones y recomendaciones (frente a algunas ideas vertidas por algunos camaradas) teniendo como base un documento de vital importancia elaborado por el Comité Nacional de la JotaCé en 2004. Me refiero a “LINEAMIENTOS DE CONSTRUCCIÓN DE LA JUVENTUD COMUNISTA DEL PERÚ”.
Primero, es necesario combatir algunas posiciones de ciertos camaradas que desean una mayor independencia de la JotaCé frente al Partido. Esa posición es inadmisible, la Jotacé es la Juventud del Partido, no forma parte de su estructura, pero sí está integrada a su sistema organizativo. Es su fuerza auxiliar y de reserva del Partido, garantía de continuidad en su lucha revolucionaria. No es posible entender una Juventud Comunista al margen del partido que la orienta y dirige.
Segundo, sobre los Círculos. Existe aquí una mala apreciación de algún camarada que decía: si nos encontramos débiles en el Comité Local cómo pretendemos reorganizar los círculos, primero reorganicemos el Comité Local. No es el Comité Local el que debe reorganizarse para darle vitalidad a los círculos, son los círculos, sus componentes los que deben reorganizarse para darle mayor vitalidad y darle contenido a la reorganización del Comité Local. Por otra parte el Comité Local viene reorganizándose desde su congreso refundacional en noviembre de 2009. Parte de su reorganización es la reconstitución de los círculos. ¿Qué cosa es un círculo? “El círculo es el núcleo de militancia obligatoria para los jóvenes comunistas y el espacio de formación ideológica, política y cultural por excelencia, entendiendo que los revolucionarios se forman en la teoría y en la práctica al interior de la organización revolucionaria y no fuera de ella. El círculo de la JotaCé existe para desarrollar el trabajo en el seno del sector de masas en el que se desenvuelve y no solamente para cumplir con la formalidad. El rol de vanguardia que la JotaCé tiene que ganarse en el movimiento juvenil nacional comienza con el papel dirigente del círculo en la zona o sector que le toca desenvolverse. El círculo es el nivel organizativo básico en la estructura de la JotaCé. Sobre él se levanta prácticamente toda nuestra organización de forma que su fortaleza o debilidad determinan la fuerza o endeblez del conjunto.” Su fuerza o debilidad determinan la situación de los órganos intermedios, en nuestro caso el Comité Local Saúl Muñoz Menacho.
Aquí también sería bueno señalar que a algunos lo que les cuesta es propagandizar a la JotaCé. Siendo militantes no se identifican con esta tarea. La propaganda, camaradas, es vital para la organización. Debemos tener en cuenta que el primer deber propagandístico de la militancia JotaCé es difundir los puntos de vista del Partido y de la Juventud Comunista entre los jóvenes del país. La propaganda que producimos, así como la imagen que transmitimos los militantes y dirigentes son nuestra carta de presentación constante. En esta tarea constante vamos formando y reorganizando los círculos, ¿sino de que forma conseguimos que la juventud se identifique con nosotros y se integre a nuestros círculos?
Tercero, sobre la dirección. Hemos dicho que no debemos de caer en desviaciones (tales como el burocratismo, o espontaneísmo) que el Partido combate, no siempre con buenos resultados, pero que es obligación de su juventud estar a la vanguardia de esta lucha. “Dirigir quiere decir administrar nuestras fuerzas correctamente para la consecución de los objetivos que perseguimos. Esto significa que para dirigir necesitamos conocer la situación íntegramente, elaborando las políticas que nos permitan prever y responder a los hechos convenientemente. De otro lado, la dirección que ejercemos los comunistas debe ser científica. Un sistema integrado que no concentre el poder en la cúspide de la pirámide dirigencial, sino que lo distribuya adecuadamente entre los organismos de base e intermedios sin afectar la autoridad de los dirigentes máximos; vale decir un sistema de dirección centralizado sobre una amplia base democrática. El sistema también debe reforzar las decisiones colectivas, recogiendo la opinión de más de uno, sin olvidar la responsabilidad individual.”
Cuarto, algunos reclaman y porqué sólo nos dedicamos al trabajo con los estudiantes de la Universidad. Otros más audaces y “realistas” dicen: No, solo concentremos en coordinar con los centros federados de la Universidad. Entendamos bien cuales son nuestras prioridades:
“Históricamente la militancia juvenil de Patria Roja ha provenido de los estudiantes, principalmente de los alumnos universitarios. Cometeríamos un error si abandonamos esta cantera tan importante, pero igual fallaríamos si nos quedáramos solamente en este sector. Nuestra primera prioridad será el movimiento estudiantil en su conjunto que agrupa estudiantes universitarios, de institutos tecnológicos y pedagógicos, de educación secundaria y postulantes. Desde allí nos proyectaremos hacia la juventud concentrada en los barrios, muchas veces sin trabajo y fácil presa de la delincuencia y la drogadicción. También hacia los jóvenes obreros y trabajadores, incluyendo a los sobrexplotados que laboran bajo la modalidad de services. Finalmente, llegaremos a la juventud del campo, especialmente a los jóvenes ronderos con los cuales poseemos ya una vasta experiencia.”
Quinto, algunos camaradas no comprenden porque somos marxistas-leninistas, sobre todo el ser leninistas. Los jóvenes comunistas nos adherimos firmemente a la ciencia marxista y a los principios leninistas de organización que: conceptúan al centralismo democrático como norma fundamental que tiene dos componentes: el centralismo, que implica llevar a la práctica los acuerdos colectivamente asumidos y la democracia que permite la participación del militante en la toma de decisiones; practican libre y responsablemente la crítica y la autocrítica como método de solución de diferencias y contradicciones internas; ejercen la dirección colectiva y la responsabilidad individual; y, finalmente, ejercitan el estricto control de tareas asumidas y la rendición de cuentas como política permanente. Cada uno de éstos principios se aplican y desarrollan creativamente trascendiendo la formalidad que convierte en letra muerta las normas y determinaciones.
Sexto, otro cuestión que constantemente olvidamos es que la JotaCé debe ser un espacio atractivo y seductor. “La JotaCé será en un espacio de organización atractivo para los jóvenes empeñados en lograr la profunda transformación que la patria requiere. La militancia debe ser para los jóvenes comunistas una satisfacción y no un lastre que les impida avanzar. Mediante ella se trata de realizarse individualmente en función de los intereses colectivos y por eso se alentará las potencialidades creativas, las aspiraciones intelectuales, profesionales, las capacidades artísticas, deportivas que ayuden a formar seres humanos integrales, optimistas del presente y del futuro socialista.”
Nuestra tarea es “construir una organización de jóvenes comunistas que afirmen su esencia revolucionaria y no renuncien a sus características como jóvenes. Que mantenga la alegría, el dinamismo, el entusiasmo, la espontaneidad, desmarcándose permanentemente de los “viejos prematuros” y de la “unión de viejos”. Sumarle a la energía juvenil la concepción científica del mundo y la imprescindible necesidad de su modificación.”
Final mente para no extenderme demasiado, solo he querido tocar algunos puntos que me parecen necesarios para enfocar el trabajo con miras al plan trimestral abril-junio (en otro artículo trataré sobre la Mística que me parece necesario enfocar de forma más amplia), es necesario transcribir lo que es el Perfil del Joven Comunista. Pongamos atención camaradas y de forma autocrítica evaluemos nuestra propia militancia. Nos dice el Perfil:
El joven comunista tiene como modelos de comportamiento a José Carlos Mariátegui y al Che.
Debe ser un consecuente luchador, en el sentido de forjarse al calor de la acción política y de masas.
Debe ser vanguardia, es decir el primero en el cumplimiento de la tarea política, el primero en el aula, en la protesta, en el deporte, en la profesión.
Debe tener una sólida formación ética que le permita ser coherente uniendo la teoría a la práctica social. Ser honesto, sincero, leal, sencillo, dispuesto a colocar los intereses colectivos antes que los personales.
Desarrollar una vida política que no se separe de su vida cotidiana. Actuar sin doblez ni hipocresías.
Debe estudiar e investigar permanentemente la realidad con metodología científica, espíritu crítico, abierto, renovador y creativo. No ceder ante el dogmatismo y el pragmatismo. Esforzarse por lograr una amplísima cultura general.
Estar dispuesto a escuchar y respetar las ideas que no comparte confrontándolas y demostrando su incorrección.
Asumir apasionadamente el cumplimiento de los acuerdos, pero a la vez mantener la serenidad y la racionalidad al momento de decidir, sobretodo en los momentos difíciles.
Poseer un elevado espíritu comunista que le permita amar y ser fiel al glorioso Partido y a su combativa Juventud, entendiendo que pertenecer a éstos es un altísimo honor así como respetar la Dirección es un constante deber. Recuperar la mística revolucionaria valorando nuestros símbolos comunistas y el ejemplo imperecedero de los mártires.
Ser disciplinado y responsable sin perder la jovialidad, la alegría. Tener firmeza en los principios y flexibilidad para el manejo táctico.
Forjarse en la visión estratégica que trascienda los problemas de coyuntura.
Organizar el trabajo con sentido colectivo, distribuyendo responsabilidades y resaltando los éxitos para el equipo y también para las individualidades.
Prevenir y evitar, en lo posible, el subjetivismo en la vinculación con otros camaradas. No ser incondicional o enemigo gratuito de alguien.
Afirmar constantemente una cultura de unidad considerando que las diferencias internas no tienen carácter antagónico.